Máximo Rojo nació en 1912 en Cortes de Tajuña (Guadalajara); a los siete años trabajaba como pastor, luego se dedicó a la agricultura durante casi toda su vida laboral. Nunca se interesó especialmente por el arte este agricultor que asegura no haber dispuesto nunca de otro capital que el de sus manos (cuenta con orgullo cómo construyó él mismo su casa con alguna ayuda cuando llegó a Alcolea del Pinar), pero en el momento de su jubilación, en 1979, comenzó a crear su museo. La obra de Máximo Rojo es un abigarrado conjunto de más de cuatrocientas esculturas figurativas, modeladas en cemento, con piedras incrustadas que les dan un aspecto interesante desde el punto de vista cromático, armadas con estructuras interiores de alambre o hierro forjado. según un tamaño que varía considerablemente de unas figuras a otras; en ocasiones el artista utiliza, además del cemento, y con fines expresivos, otros materiales como el plástico, el papel o la madera.
Qué ver
Jardín imaginario, esculturas de cemento de Máximo Rojo
El Jardín Imaginario: Art Brut en estado puro